18 enero, 2009

Peñarol 1-2 hijos.

Otra vez mayoría en la Olímpica, otra vez mayoría en el Centenario. Pero otra vez no se nos dio adentro de la cancha. Empezamos bien, con muchas chances de gol que erramos, solo aprovechamos una a los 15 minutos con gol de Bueno.
Luego personalmente creo que el partido lo perdió Mario con los cambios. Primer cambio entra Arias ( que no puede jugar más) por Mozzo, el mejor jugador hasta ese momento para mí, cuando tendría que haber sacado a Federico Pérez que tenía amarilla, los otros atacaban por ahí, y lo único que hacía pérez era hacer faul. Era OBVIO que lo iban a echar. Pero Mario no, hizo otro cambio y puso a Lombardi y saco a Núñez. A los 61 minutos (7 antes que echaran a Pérez) hace otro cambio, y pone a Fernando Correa y saca a Omar Pérez, y el último cambio fue a los 75 minutos cuando pone al juvenil recién ascendido, Jonathan Ramis, y saca a Franco.

Lo único que se puede rescatar de este clásico de verano es que, lo único que nos queda es la gente. Que es la que siempre está, en las buenas y en las malas, con lluvia o sol, con calor o frío, y en la cancha que sea. Y siempre alentando sin importar el resultado, como ayer volvió a quedar demostrado.
Pero con eso no alcanza, los jugadores tienen que devolvernos algo a los hinchas, no alcanza con solo besar el escudo , hay que poner algo más en la cancha. Eso que la hinchada pone en todos los partidos desde afuera, EL AMOR POR LOS COLORES.

Mariana
Socia Nº 109.411









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