Estuvimos todos allá por Tacuarembó, la persecución policial comenzó bastante antes de llegar al estadio en donde al parar el bus que llevaba nuestra gente inmediatamente se hacían presentes móviles policiales en una actitud provocativa. "No pueden estar más de diez minutos acá..." fue la frase más repetida, así como negarle la entrada a la gente a estaciones de servicio en las cuales buscabamos alimentos y bebidas para tan largo viaje. Llegamos al Goyenola a eso de las 13:30 horas y parecía que ni siquiera se fuera a jugar un partido profesional allí, las puertas cerradas, nadie alrededor. Sobre las 15 horas y cuando nos apersonamos en el lugar las montoneras, la actidud de los policías y demás hizo que la entrar de la gente Carbonera fuera lamentable.
El partido comenzó con un planteo ultra-defensivo del Carbonero destacándose por sus ganas únicamente Jonathan Ramis y el empuje entreverado de Bajter y Gastón Ramírez. Maximiliano Arias completa su tarea haciéndose expulsar a los 43 del primer tiempo.
El complemento se presenta sin Richard Núñez en la cancha (en realidad nunca entró) y el ingreso de Federico Pérez para reacomodar la línea defensiva. Peñarol se planta unos metros más adelante y comienza tibiamente a generar algunas chances. Ramis en dos ocasiones no define correctamente pero nunca bajó los brazos y siguió metiendo y corriendo, ganando en los mano a mano y siendo constantemente ovacionado desde la tribuna manya. Gastón Ramírez sigue metiendo por la izquierda pero comienza de a poco a mostrar más criterio con la pelota en los pies, otro que fue aplaudido por la gente. Los cambios se suceden y Braian Rodríguez ingresa por Antonio Pacheco, y luego quien definiría el partido en dos o tres jugadas Carlos Bueno por Gonzalo de los Santos. El gol de penal a los 87 fue festejado en gran forma luego de jugada personal y definición de Carlos Bueno.
Un gran triunfo en una cancha difícil y con diez hombres, sobre la hora, como nos gusta a los Carboneros.
El partido comenzó con un planteo ultra-defensivo del Carbonero destacándose por sus ganas únicamente Jonathan Ramis y el empuje entreverado de Bajter y Gastón Ramírez. Maximiliano Arias completa su tarea haciéndose expulsar a los 43 del primer tiempo.
El complemento se presenta sin Richard Núñez en la cancha (en realidad nunca entró) y el ingreso de Federico Pérez para reacomodar la línea defensiva. Peñarol se planta unos metros más adelante y comienza tibiamente a generar algunas chances. Ramis en dos ocasiones no define correctamente pero nunca bajó los brazos y siguió metiendo y corriendo, ganando en los mano a mano y siendo constantemente ovacionado desde la tribuna manya. Gastón Ramírez sigue metiendo por la izquierda pero comienza de a poco a mostrar más criterio con la pelota en los pies, otro que fue aplaudido por la gente. Los cambios se suceden y Braian Rodríguez ingresa por Antonio Pacheco, y luego quien definiría el partido en dos o tres jugadas Carlos Bueno por Gonzalo de los Santos. El gol de penal a los 87 fue festejado en gran forma luego de jugada personal y definición de Carlos Bueno.
Un gran triunfo en una cancha difícil y con diez hombres, sobre la hora, como nos gusta a los Carboneros.
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