En la previa al cumpleaños número 118 del más grande jugamos ante Liverpool en el Estadio Centenario empatando en dos goles.
La hinchada mostró la vieja bandera gigante que aún luce "100 años de gloria" varias veces durante el encuentro siendo ésto lo más emotivo de la tarde.
Cosas que no cambian: no tenemos lateral izquierdo, no tenemos central izquierdo, no tenemos un número "9", nuevamente no nos cobran un penal grande como el Estadio.
Peñarol empieza el partido con intenciones de tocar como demostró ante Tacuarembó la pasada fecha y estuvo cerca de marcar el primer tanto hasta que en el minuto 14 Marcel Román marca desde fuera del área del arco de la Tribuna Colombes y recostado sobre la América.
Se manejaba la pelota y en el minuto 26 Jonathan Ramis marca el segundo tanto luego de una muy buena jugada colectiva.
El partido decae y es Liverpool quien se arrima al arco Carbonero...
En el minuto 33 Emiliano Alfaro marca de cabeza en un quedo enorme nuevamente de Guillermo Rodríguez quien permite cabecear sin estorbar al delantero contrario, también se puede agregar que esa zona (borde del área chica) debería ser del arquero quien no reaccionó a cortar el envío.
Peñarol de a poco cae en el juego y en la parte física, Pacheco muy bajo nuevamente, y así llegamos al segundo tiempo.
El panorama no cambia y se huele el empate que al final llega en el minuto 51 en una pelota cruzada que cae entre Guillermo Rodríguez y Willinton Techera y que aprovecha nuevamente Alfaro para empatar. Estos dos jugadores fueron por lejos lo peor del equipo, no transmiten ninguna seguridad y en el juego aereo pierden reiteradamente, es llamativa la falta de fuerza de Techera quien hasta el momento no justifica su pase a Peñarol.
El segundo tiempo transcurre en definitiva de la misma forma y más cerca estuvo Liverpool que Peñarol de ganarlo. El Carbonero en esta parte mostró únicamente algún intento de Xavier Robson por la banda derecha.
Una anécdota lo cambios que en este caso no cambiaron nada...Alonso por Brian Rodríguez, Martinuccio por Bajter, Albín por Techera.
Peñarol está cerca en los puntos y muy lejos en el juego.
La hinchada mostró la vieja bandera gigante que aún luce "100 años de gloria" varias veces durante el encuentro siendo ésto lo más emotivo de la tarde.
Cosas que no cambian: no tenemos lateral izquierdo, no tenemos central izquierdo, no tenemos un número "9", nuevamente no nos cobran un penal grande como el Estadio.
Peñarol empieza el partido con intenciones de tocar como demostró ante Tacuarembó la pasada fecha y estuvo cerca de marcar el primer tanto hasta que en el minuto 14 Marcel Román marca desde fuera del área del arco de la Tribuna Colombes y recostado sobre la América.
Se manejaba la pelota y en el minuto 26 Jonathan Ramis marca el segundo tanto luego de una muy buena jugada colectiva.
El partido decae y es Liverpool quien se arrima al arco Carbonero...
En el minuto 33 Emiliano Alfaro marca de cabeza en un quedo enorme nuevamente de Guillermo Rodríguez quien permite cabecear sin estorbar al delantero contrario, también se puede agregar que esa zona (borde del área chica) debería ser del arquero quien no reaccionó a cortar el envío.
Peñarol de a poco cae en el juego y en la parte física, Pacheco muy bajo nuevamente, y así llegamos al segundo tiempo.
El panorama no cambia y se huele el empate que al final llega en el minuto 51 en una pelota cruzada que cae entre Guillermo Rodríguez y Willinton Techera y que aprovecha nuevamente Alfaro para empatar. Estos dos jugadores fueron por lejos lo peor del equipo, no transmiten ninguna seguridad y en el juego aereo pierden reiteradamente, es llamativa la falta de fuerza de Techera quien hasta el momento no justifica su pase a Peñarol.
El segundo tiempo transcurre en definitiva de la misma forma y más cerca estuvo Liverpool que Peñarol de ganarlo. El Carbonero en esta parte mostró únicamente algún intento de Xavier Robson por la banda derecha.
Una anécdota lo cambios que en este caso no cambiaron nada...Alonso por Brian Rodríguez, Martinuccio por Bajter, Albín por Techera.
Peñarol está cerca en los puntos y muy lejos en el juego.
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